EL MISTERIOSO RADIUM HOTEL
Cierto día de 2015 caminando en las cercanías del “Castillo de la Princesa”, bajo una hermosa tarde de primavera, observo que la bajante de los años anteriores había dejado al descubierto unos cimientos que no figuraban en el mapa mental del lugar, mapa que me había ido formando tras años de leer, mirar planos, fotos y documentos antiguos. Eran cimientos de paredes de 30cm, ladrillos anchos, apenas 4 o 5 filas, restos de baldosas calcáreas con motivos lineales, restos de vajilla de loza, de vidrios y mucha cantidad de pequeños escombros.
Por el tamaño y la ubicación casi en la orilla misma de la laguna, cercano a la barranca, indicaba que era un edificio antiguo y de los primeros momentos de Epecuén. Sin embargo casi todos los primeros hoteles de Epecuén estaban bien estudiados y referenciados. Salvo un hotel que aparecía en las guías de los primeros años, el “Radium Hotel”.
Recordé entonces que alguna vez había leído de un hotel de raro nombre que debió estar en esa zona, lugar en donde hubo varios hoteles y pensiones hasta los años 70s. Mis charlas entonces con viejos pobladores no habían tenido mayores precisiones, salvo una historia de don Pablo Novak que decía que su padre le había comentado que uno de los primeros hoteles de Epecuen se había incendiado y había sido demolido. Sin embargo al no haber escuchado nunca eso, lo tomé como un mito urbano nada más. Pensé en el Gran Hotel Epecuén, ubicado en Carhué que sí se había incendiado en 1942, debiéndose demoler totalmente. Y ahí quedó todo. En otra oportunidad, charlando con Elsa Airabella me comentó que su familia había rentado en los 40 el “Radium Hotel”, que estaba cercano al otro hotel que poseían, el Gran Royal Hotel pero estaba en la otra punta del pueblo, y que llegó hasta 1985 con otro nombre. Le comenté de este, y dudó de que haya existido un homónimo en ese sector. Y la duda nunca se pudo salvar.
Hace unos días recordé todo eso y decidí llegarme hasta el mismo punto, dado que la crecidas de 2016 y 2017 que hasta el camino cortaron y borraron la Playa Eco Sustentable, podrían haber cambiado en panorama del lugar. Y no estaba equivocado: la bajante de 2018 se llevó gran parte de los sedimentos, dejando al descubierto casi la totalidad de los cimientos, las entradas, las cámaras sépticas y los contornos de casi todo el edificio. (foto 1. Cimientos)
Pero que era ese edificio? Porque nadie tenía referencias del mismo? A los días siguientes comencé la tarea de reunir información de archivo, memoria oral, revisar planos, registros y periódicos con la intensión de entender que había pasado y que era ese lugar.
Esto es lo que pasó en ese lugar:
AQUELLOS PRIMEROS AÑOS
Sin duda en Epecuén existieron dos hoteles con el mismo nombre y en momentos casi simultáneos. Esto no tendría nada de raro ni misterioso si no fuera que ambos, al parecer, pertenecieron al mismo dueño y familia.
Para ubicarnos en esos momentos iniciales es oportuno hacer referencia a los inicios de la villa hoy inundada. Hacia 1909 la Sociedad Minas Epecuén adquiere tierras a la Ea La Concepción para su explotación de sulfato de sodio. Vattone y otros socios adquieren una fracción y el 23 de enero de 1921 fundan el primer Balneario en la costa Noroeste de Epecuén, al que llamaron balneario y Termas “Mar de Epecuén”. El 5 de febrero de 1922 organizan el 1er remate de tierras del futuro pueblo “Mar de Epecuén”. A partir de allí se produce una efervescencia en los cuatros puntos cardinales de la ya famosa laguna. En la costa Sudeste nacerían entre 1924 y 1925 Epecuén Ville y Villa Sauri y en las costas sobre el sud en campos de Jacinto Robilotte, José Noel intentaría el loteo San Jacinto (detrás del Aero Club Carhué).1
En toda esa fiebre inmobiliaria, culminando 1921 se abría el Hotel Plage de Fernando Allaire en un loteo denominado “Radium Ville”. En esos momentos también aquieren muchos lotes dos de sus hermanos: Ernestina Allaire quién en 1924 construía el pintoresco Castillo y Federico Allaire quien levantaría un pequeño hotel y residencia, frente al castillo, del otro lado de la calle Alvear. Es probable que el loteo Radium Ville -debido a la cantidad de lotes de los que eran poseedores-, haya sido pensado por los hermanos Allaire, fundamentalmente por Ernestina Allaire, conocida como la “princesa del castillo”, en virtud a su título noviliario producto de su casamiento con el noble polaco Mentchesky.
El 5 de febrero de 1928 Larrea & Beunza remataban 421 lotes, 4 chalets y una casa, ubicados en los loteos Mar de Epecuén (Actual villa en ruinas), Villa Lolalia (manzanas en la parte alta entre la zona del castillo y la Ex terminal de ómnibus, que hoy son quintas) y Radium Ville (Zona del castillo a ambos lados de la calle Alvear). Para ello se confeccionó un hermoso plano/croquis de ubicación de los lugares, con las construcciones existentes en venta y otros lugares distintivos y demostrativos de la importancia del lugar, caso el Hotel Plage y el Castillo. Y en este plano estaba la pista más buscada: De este hermoso croquis surge la ubicación del “Radium Hotel”, calle de por medio con el Castillo de la Princesa, calle Edison. (Foto 3 recorte del sector del Radium Hotel)
Sin duda, este es lugar en donde se hallan esos cimientos aflorados. Entonces el Radium Hotel existió y en 1928 funcionaba como tal. ¿Porque no han quedado registros, fotos, publicidades ni nada de este hotel?
El RADIUM HOTEL
Catastralmente se halla en la Fracc 6 del lote 10, de la chacra 54. La fracción posee unas medidas inusuales: casi 170m de longitud por 16.5m de ancho y 2487.3m2.
Una calle debiera cortar la fracción a los 100m pero eso no sucedió porque al parecer al no haberse efectuado subdivisiones posteriores, quedó la fracción entera. Aquí surge otro interrogante: ¿que habrá sucedido con sus propietarios para que nunca hayan subdivido esa larga fracción, algo tan usual en el movimiento inmobiliario de Epecuén?.
En 1940, cuando se efectuó un nuevo relevamiento catastral e visita ocular a la totalidad de la superficie urbana de la pcia, se da como propietario del terreno (no figura la existencia de edificación alguna) a Pablo Alric quien en 1924 le compra a doña Ernestina Allaire, quien había adquirido a todos esos lotes en 1922. Todas estas personas venían de Pigué y de Francia, lo que es probable haya existido algún parentesco o relación social, lo que es otro interrogante.2
Al parecer el hotel en 1926 estaba funcionado siendo uno de los pioneros de la villa turística, emplazado en una de las zonas más lindas del lugar, caracterizada por altas barrancas, el hotel Plage y el castillo. Una guía del Ferrocarril Midland de 1930 nombra al “Radium Hotel” bajo propiedad de Pablo Alric, quien a su vez es dueño de otro hotel, en el Barrio Parque Minas Epecuen, denominado “Paris Hotel”. Sin embargo, una guía del FCS de 1928 publicita sólo al “Hotel Paris, moderno, gran Confort, Pablo Alric” en Minas Epecuén.
LOS ALRIC
¿Quiénes eran los Alric? Hijos de Jean Enric (sus hijos anotados como Alric) llegaron desde Francia 6 hermanos varones, quedando una mujer allí. Hacia 1885 arribaron: Cipriano, Pablo, Juan Augusto; Adrián, León y Alberto. Radicados en la colonia francesa de Pigüé pronto se insertaron en la sociedad local. En 1910 Alberto Alric figura como Secretario del Aero Club Pigüé, por ejemplo, y en 1913 Adrián, Cipriano, Pablo, Alberto y Juan participan como fundadores de la Cooperativa La Alianza de Pigue. El 2do en edad, Pablo Alric entre 1916 y 1932 fue propietario de la casona que funciona como Museo en el parque de Pigue. (Foto 5 y 6 Alberto y Pablo Alric)
En 1919 Don Alberto Alric, adquiere unas 4289.78ha ha de tierras en la costa Oeste de Epecuén (ctel 5to) mediante un crédito Hipotecario. Al establecimiento lo denominó “Tres Hermanos”, por sus hijos Froilán, Clara y Andrés. El campo era administrado por el mayor hijo, Froilán, siendo encargado Edmundo Saint Cricq.
Viendo lo que estaba sucediendo con el pueblo “Mar de Epecuén” desde 1921, unos años después, Alberto Alric en 1924 armó dos grandes proyectos: por un lado la fundación de la ciudad balnearia “Epecuén Ville” y por el otro la venta de tierras de la Colonia Epecuén (2500h) de parte de sus tierras, con la finalidad aprovechar la gran demanda de compradores inmigrantes que llegaban y buscaban tierra para hacer la américa. Esta colonia daría sostén a la futura ciudad, generando movimiento comercial a los que se establecerían en “Epecuen Ville”, así como los chacareros abastecerían de materias primas necesarias a la futura ciudad. Se sabía además que se estaba planificando un ramal Carhue-Rivera con una estación cercana (Estac Tres Lagunas) que le daría enorme viabilidad al proyecto
Para el 31 de marzo de 1925, un total de 152 personas eran propietarios en “Epecuén Ville” y habían adquirido 433 lotes con una superficie de 238.569.58 m2 equivalentes a más de $ 559.939.52 m/n. Sin embargo, en 1929 fue desestimado el proyecto por la Pcia de Buenos Aires por no haber cumplido lo exigido por la misma en la fundación de pueblos. Seguramente el retroceso del caudal de Epecuén, la lejanía con las estaciones de trenes habilitadas hasta entonces (Estac Carhué y Parada Epecuén) y sumado a los caminos de difícil tránsito, fue lo que aniquiló al proyecto “Epecuén Ville” haciendo que nadie levante un solo ladrillo. El ramal Carhué Rivera se inauguró a finales de 1929, cuando ya la efervescencia había mermado.
Antes de 1933 al parecer la muerte sorprende a Alberto Alric y su hija Juana Alric de Scheller, continúa vendiendo algunos lotes y re adquiriendo otros a Blas Ciancaglini en una poco clara situación. Por su parte las chacras de la Colonia Epecuén continuaron siendo vendidas y hoy son muchas las familias que desde entonces trabajan esas tierras.
Sin embargo, no solo Alberto observó lo que sucedía con Epecuén. Pablo Alric, el segundo hijo de Jean Enric quién puede que haya sido fue el más “bon vivant” de todos, se inclinó por la actividad hotelera fundando el “Paris Hotel” (1925) y el “Radium Hotel” (alrededor de 1926). Una de sus sobrinas e hija de Adrián Alric, Odette Alric3 (86) recuerda su afición a la buena vida, a los viajes a Europa y París, aunque haya tenido que financiarse esa vida no pagando deudas o evadiendo compromisos, incluso a su familia.
¿PERO QUE PASO CON EL RADIUM HOTEL?
Hacia 1927 el “Radium Hotel”, lindero al castillo de la princesa Allaire de Mentchesky, es rentado por Pedro Martelli quien le cambia el nombre por “Savoy Hotel”, efectuando algunas reformas para brindar una mejor comodidad. En la Guía de Balnearios del FCS para 1928, se inserta la publicidad del “Savoy Hotel (ex Radium Hotel). (Foto 10 Pub 1928 Savoy Hotel)
Por ello, su propietario y constructor, Pablo Alric se queda únicamente administrando el “Paris Hotel”, ubicado en el Barrio parque Minas Epecuén.(foto 11 publicidad parís Hotel)
El 19 de noviembre de 1931 por causas que nunca se pudieron establecer, un incendio devoró totalmente el “Savoy Hotel”, rentado por Martelli. (Foto 12 recorte EP de 1931) Meses después era demolido a ras del piso, quedando en el olvido, pese a haber sido uno de los primeros hoteles de la villa.
Los cimientos fueron quedando sepultados entre la maleza y su perímetro de tamariscos, y le ganó el olvido a las nuevas generaciones.
No quedaron ni recuerdos ni fotos de este, uno de los primeros hoteles de Epecuén. La mayoría de los hoteles sobrevivieron al paso del tiempo, a nuevos propietarios, nuevos nombres, pero ninguno tuvo una vida tan efímera como el “Radium Hotel”. Irónicamente fue el agua quien los trajo de nuevo a la vida. Vida que el fuego le arrebató aquella noche de 1931. Fue una tragedia o un hecho premeditado? Nunca lo sabremos.
QUE NOS DICEN SUS CIMIENTOS
Para conocer un poco más de cómo fue este hotel, junto al Agrimensor Fabio Robilotte, hicimos el dibujo de los cimientos que quedaron libres por la acción del agua, con la intensión de observar las habitaciones, su tamaño, posibles accesos, ubicación de los baños, etc.. Al observar la altura e importancia de los cimientos, que deben tener mas de 50cm, se aprecia y supone que ha tenido piso de pinotea (no se observan las aberturas, tanto puertas como ventanas), incluso hay caños y huecos entre algunos cimientos lo que denota que el piso estaba por arriba de eso. Por su parte los restos de baldosas calcáreas no se encuentran en los espacios de las supuestas habitaciones sino en los galerías interiores.
Se hallaron gran cantidad de restos de vajilla y muchas con signos de haber sufrido la acción del fuego, dándoles el característico color negruzco. Lo mismo en algunas baldosas calcáreas. Sin embargo en los cimientos no se observaron esos signos.
Lo más impactante es la gran cantidad de vidrio del tipo “ingles” con deformaciones, tanto en colores blancos como bordó y azul, característico de las mamparas y ventanales de luz que se usaban por entonces. Un trozo de vidrio de este tipo se halla doblado y unido como si hubiese sido fundido. Según algunas consultas en la red, un vidrio necesita mínimo 600º C para comenzar el proceso de fundición y doblado.
Estos restos podrían indicar la enorme temperatura alcanzada por la combustión del lugar, seguramente ayudada por los materiales combustibles de piso y cieloraso de madera, algo común y distintivo de buen gusto y confort por entonces. Los pisos de madera gracias a su espaciado entre la tierra y el mismo, sumado a rejillas de ventilación, mejoraban la refrigeración de los espacios, sobre todo en los veranos.
La ubicación en la orilla misma de la laguna, con brisas intensas puede que haya ayudado a que el incendio se propague rápidamente y sea imposible de detener.
En pocos minutos el incendio, sin métodos de extinción, se llevó todo el hotel quedando sólo esperar que se consuma y se extinga por la falta de elementos combustibles.
Al estar ubicado en una zona preferencial, los trabajos posteriores fueron no dejar rastros sobre la superficie de lo que fue la construcción, por ello no se hallan elementos de amueblamiento como catres, hierros, chapas y vigas.
Es probable, por los restos que el incendio se haya originado en el sector del hotel que se halla sepultado por arena y en donde mayor cantidad de escombros existen. Ese sector debiera ser el de servicios, es decir comedor y cocinas, sumado a alguna habitación.
El sector relevado y medido dado que el agua descubrió todos sus cimientos, pareciera que fueron únicamente habitaciones y un único baño.
¿PORQUE EL NOMBRE RADIUM?
El nombre del Hotel y del loteo deviene de un estudio de las propiedades del barro de Epecuén que decía contener Radium o Radio, (barro radioactivo). Como mucho no se conocía sobre el tema se suponía curaba muchas enfermedades y allí quizá la estrategia de mercadeo de aquellos pioneros de Epecuén. En 1896 el químico Becquerel informó a la comunidad científica un fenómeno que no encajaba con la idea de la inmutabilidad de los materiales. En efecto, había observado que en repetidas ocasiones unas placas fotográficas cerradas, que habían quedado adyacentes a un cierto mineral (que luego sería denominado pecblenda), se habían ennegrecido. Esto sucedía de un día para otro, es decir en lapsos de tiempo relativamente cortos, lo que hacía suponer que el cambio se debía a un agente externo. Este mismo fenómeno, decían los promotores del turismo en Epecuén, había pasado aquí con unas placas cerradas dejadas en cercanías al fuerte barro local.
En 1939 fue convocado por los hoteleros el por entonces famoso mago de la lluvia, don Juan Baigorri Velar para poder paliar la enorme sequía que aquejaba a Epecuen desde al menos 1928. Luego de instalar las maquinas en el Castillo, el periodismo local lo entrevistó e interrogó sobre cuando creía se producirían lluvias: “...informándonos que aún no podía predecirse por cuanto desconocía la región, su atmósfera, subsuelo, etc.”. “La lluvia se producirá con la ayuda del viento norte el que se mantendrá firme en esa dirección mientras dure el experimento” comentaba Baigorri Velar. Lo cierto es que según los cronistas, desde el miércoles 8 hasta el viernes 10 al mediodía el viento había estado “clavado” matemáticamente del norte, tal la profecía del ingeniero. También relató a los mismos que con sus aparatos había detectado la existencia de “radium” en el subsuelo de Epecuén y en otra oportunidad vendría a efectuar un completo análisis del suelo.
EL OTRO RADIUM HOTEL
Este otro “Radium Hotel” fue levantado posteriormente a 1930 frente a lo que era ya el Royal Hotel (ex Asilo de Ancianos). Según datos catastrales (parecen incompletos), la P6 de la Mz 231 ubicada en el barrio Parque Minas Epecuén fue adquirida en diciembre de 1932 a la Soc Minas de Epecuén por Federico Allaire, existiendo allí una propiedad “culminada en 1930” con destino de hotel con una superficie de 454m2. La fecha de refenciación del Dominio corresponde a 1937 y la visita ocular y fotografía de 1940. Poseía Salones 3, Comedor 1, Habitaciones 13, baños 3, Cocinas 2 y Otras Dependencias 2. Su ingreso estaba por calle Uruguay.
Según algunos datos hallados en archivos del museo, este hotel también fue propiedad de la familia Alric. En expedientes del Juzgado de Paz Civil de 1939 Raúl Jorge Alric demanda a Alfonso Armengol por un importante pagaré ($1000) con vencimiento al 31 de enero de ese año porque que no fue cubierto. En el expediente se hace referencia a Armengol como propietario de las existencias del “Hotel Radium” de Epecuén. Uno de los mandamientos efectuados por el Juez, para anoticiar a Armengol es firmado por León Alric, quien reconoció ser el encargado del hotel, seguramente del edificio, lo que hace reafirmar la propiedad de los Alric, incluso podría ser la residencia veraniega de Raul J. Alric.4 Este establecimiento que debe haber tomado el nombre de Radium ni bien fue abierto al público, debido a que el original había pasado a llamarse “Savoy Hotel”. En virtud al embargo, el 14 de mayo de 1939 salían a Remate Judicial todas las Existencias del Hotel siendo el comprador del mismo Don Genaro Airabella, por entonces administrador del Royal Hotel.
Elsa Airabella, hija de don Genaro Airabella recuerda: “El Royal era un hotel caro y como mamá era la comerciante de la familia -papa medio ‘timidón’-, para no perder los turistas que no podían pagar eso, decidió alquilar a medias con un socio llamado Vicente ( n.e. Galo Vicente) el ‘Radium Hotel’, de una familia de Pigué de apellido Armengol ( n.e Alfonso Armengol, quizá esto haya sido antes de 1939). Ambos estaban a una cuadra y pico del Hidrotermal del Minas. Luego pasaron varios dueños y el último del Radium fue Vivares pero con otro nombre.”
El joven Galo Vicente, socio de Genaro Airabella fallece 1940 tras una intervención quirúrgica en Buenos Aires -publicaba una nota el semanario El Pueblo- haciendo referencia a la sociedad y al Radium Hotel que trabajaban.
Consultado el libro de Registro de Comerciantes e industriales de A.Alsina, en 1943 se inscriben Airabella y Romano con un hotel, ubicado en Solar 2, manzana 8, Secc 1, pagando impuestos desde el 7-1-1943 al 15 de marzo de 1944 en donde se aclara que “cerraron el hotel Radium” en la fecha mencionada. Era común pagar solo por los meses de trabajo.
Para 1947 el “Radium Hotel ” figuraba en la Guía del Ferrocarril Sud bajo propiedad de Salomón Z. Javkin. Para 1949 era administrado por Nison Aisemberg, contando con 50 habitaciones, capacidad para 100 pasajeros y 40 baños. Consultado Catastro municipal, en 1958 la propiedad es adquirida por Pojomovsky de Garbulsky Aida quien en 1961 vende a Aisenberg, Nison y Wulat, Lima.
Entre 1967 y 1985 fue propiedad de Vivares, Higinio Ciro y Suarez, María Dolores bajo el nombre de “Termas Ciro´s Hotel.”
1En la costa Noroeste, entre 1921 y 1925 las tierras de las Chacras Nº 50, 51, 53, 54 , 55 y 56 van siendo adquiridas, naciendo los loteos: Mar de Epecuén (Chacra 54), Minas Epecuén (Chacra 55); Radium Ville (parte Chacra 54); Villa Lolalia (Chacra 53), etc. etc. 2 En 2012 Mabel Frayssinet de Chertroff donó fotografías en donde sus ascendientes estaban en el Hotel Plage y uno de ellos era Fernando Alric, hijo de Raul Jorge Alric y primo de su padre, Abel Frayssinet. 3 Odette Alric vive en Pigué y aportó interesantes datos sobre la familia. 4 Según Odette Alric, Raul J. Alric fue hijo de Juan Augusto Alric quien tuvo 10 hijos. León era tío de Raúl, y no tuvo hijos.