EL HOTEL CONTINENTAL
La princesa Ernestina Allaire, propietaria del Castillo, levantó 3 chalets en la Manzana 5 de su “Radium Ville” con la finalidad de, por un lado arrendarlos para alojamiento, y por el otro a modo de incentivar y promocionar la venta de lotes. Culminado el conjunto de los 3 edificios, todos entre 1925 y 1926, fueron ofrecidos en alquiler. En 1927 en el archivo del Juzgado de Paz hallamos varios expedientes presentados por Ernestina por problemas con estos edificios y sus inquilinos. De los tres edificios, había dos que se hallaban en el mismo lote que habían sido bautizados por su constructora como Tritón y Neptuno (seguramente por el planeta y su luna, uno mayor y otro menor). Para la temporada 1926 habían sido arrendados por el Dr. Enrique Mariani, Gerente de la Sociedad Minas Epecuén”. El Dr. Mariani re bautizó al conjunto como “Les Chelets Hotel” haciendo usufructo de los mismos por dos veranos. Al finalizar el contrato, la entrega de la llave no la hace al momento que estaba estipulado, sino 5 meses después, entregando la llave a “una sirvienta” del castillo, según expediente. Más allá de la cuestión legal que se inicia en el Juzgado y los reclamos efectuados por Ernestina por los 5 meses de alquiler pendientes, lo interesante es que se realiza un inventario de ambos chalets y los faltantes, describiendo ambos edificios: En el Chalet conocido como el Tritón, se destalla lo inventariado en las 5 habitaciones todas armadas para hotel, con ropa de cama, juego de aguas servidas, perchas, etc. Se referencia la existencia de 1 baño y un hall, además.
El en chalet conocido como Neptune, de 6 habitaciones, se detalla la existencia de una cocina, un hall comedor y un baño. Ernestina hace notar que de lo que entregó al Dr. E. Mariani, faltan: cuatro espejos, una mesa de cedro, una estera japonesa, un juego aguas servidas, un botellón con copa, una toalla turca, tres toallas granite, cinco cortinas esteras y una cocina económica. Finalmente no se hace lugar a eso porque no había constancia de lo existente con anterioridad. Al parecer el caso no tuvo conclusión, motivado quizá por la salud de Ernestina quien fallecería en 1929.
Según datos catastrales, es probable que ese conjunto de dos chalets haya sido vendido hacia 1928 a Pablo Detraz quien hacia 1933 lo vendió a Federico Allaire.
El hermano de Ernestina los unifica y conforma el Hotel Continental. Una publicidad de “venta o alquiler” 1936 lo promociona como “recientemente construido”. En la ficha catastral de entonces, muchas veces completada con fechas estimativas, está consignado su propietario Federico Allaire, que consiste en un edificio habitación y que fue culminado en 1925, teniendo una superficie cubierta de 280m2 en planta baja y 175m2 en la planta alta, sumando un total 455m2. En el piso bajo contaba con: 2 halls, 3 salones, 1 comedor, 5 habitaciones; 2 cocinas y 2 baños. En la planta alta contaba con 10 habitaciones, pero sin baños.
Son varios los inquilinos que se registran a partir de 1940: En expte del Juzgado de Paz Civil de febrero de 1941, se consigna un reclamo de deuda a Salomon Zerman Javkin quien dice vivir en el Hotel Continental; En una guía turística de alrededor de 1945 se consigna al Hotel Continental a nombre de G. Carrizo;
Hacia 1950 la propiedad pasa a Elías Martín Olmos. Según testimonios de ex residentes de dicha zona, sobre los años 80 vivía la familia chilena, los “Igor” quienes se alejan unos años antes de la inundación, siendo entonces demolido.
Texto tomado del libro: "Epecuén, historias de sus años dorados. 1921-1956" Autor: Gaston Partarrieu. 2021